Humberto el bonito
Humberto, el niño más bonito de toda la ciudad, tenía ojos
azules y chinos dorados.
A pesar de que era muy bonito también era muy antipático. Le
gustaba, por ejemplo, echar ratas en las camas de sus hermanas para hacerlas
llorar.
Un día, su
hermana Rosa puso un cocodrilo en su cama…
-¡Ayyy!
¡Qué miedo! –gritó Humberto-. ¡Hay un cocodrilo en mi cama!
Pero
Humberto era tan bonito que el cocodrilo, en vez de atacarlo, le sonrió
alegremente.
Desde entonces, Humberto y el
cocodrilo son grandes amigos y, por supuesto, ahora el niño es todavía más
antipático, pues siempre va a todas partes con él.
(Cuento de Leonora Carrington)
Qué bonito es lo bonito y Humbertito.
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